“El punto de partida para que el banano fuera rentable para los pequeños productores fue estar en Fairtrade”

“El punto de partida para que el banano fuera rentable para los pequeños productores fue estar en Fairtrade”

Antes del año 2002, a los productores se les compraba la fruta en planta, pero con la entrada del sello Fairtrade de la mano de Solidaridad y la empresa holandesa AgroFair, se empezó a entregar fruta ExWorks. De un precio medio de dos dólares por caja que recibía el pequeño productor en aquellos años, ahora en promedio son unos seis dólares, señaló Mauricio Cánovas.

(Agraria.pe) “El punto de partida para que el banano fuera rentable para los pequeños productores fue estar en Fairtrade”, señala Walter Javier Mauricio Canovas, asesor general de la Junta Nacional del Banano, el gremio que agrupa a los pequeños productores peruanos y que hoy está conformado por organizaciones bananeras de las regiones de Piura, Tumbes y Lambayeque.

“Antes del año 2002, a los productores se les compraba la fruta en planta, pero con la entrada del sello Fairtrade de la mano de Solidaridad y la empresa holandesa AgroFair, se empezó a entregar fruta ExWorks. De un precio medio de dos dólares por caja que recibía el pequeño productor en aquellos años, ahora en promedio estamos hablando de unos seis dólares”.

La exportación de banano orgánico del Perú empezó en el año 1995 a través de Dole Ecuador y el sello Fairtrade estaba activo en el Perú en la comercialización de café y cacao desde 1998, pero no fue hasta 2002 cuando se exportó el primer contenedor de banano orgánico y de comercio justo con el sello FLO Fairtrade desde Perú hasta los Países Bajos. “En ese tiempo las organizaciones estaban de manera incipiente, solo había pequeños productores. Cuando llegó la oferta de Fairtrade, empezó un movimiento de organizarse y vender el banano por un precio más alto”, explica Walter Mauricio, quien en esos primeros años fue él mismo auditor para el sello de comercio justo.

Piura está libre de sigatoka
El hecho de que el Perú, a diferencia de países como Colombia o Ecuador, pueda centrarse en el cultivo orgánico de banano tiene que ver con la baja humedad relativa en la zona norte del país. “Somos el único país que no tiene sigatoka por la humedad relativa. Colombia y Ecuador, países con un clima tropical, están obligados a aplicar tratamientos, mayormente químicos, para mantener a raya este hongo. Ahora bien, los volúmenes exportados del Perú son mucho menores que los de Ecuador, donde el sector, además, tiene un fuerte apoyo de su Gobierno”, explica Walter Mauricio. Según datos de la FAO, en 2022 el Perú envió 164.971 toneladas de banano a los mercados exteriores, frente a las 6.879.238 toneladas de Ecuador.

Gran progreso en las condiciones de vida de los pequeños agricultores
“La pequeña escala de nuestras producciones y el hecho de que la superficie cultivada ya no pueda crecer mucho más por limitaciones en la disponibilidad de agua son dos de los motivos por los que en nuestro país no son activas empresas multinacionales bananeras”, añade Diego Balarezo, gerente del programa de frutas de Solidaridad Perú. “El banano no tiene el atractivo de otras frutas cultivadas aquí en Perú, con una rentabilidad mayor y mejores proyecciones de cara al futuro, como pueden ser uvas, paltas y arándanos. De hecho, mientras que las ventas de bananos alcanzan unos 200 millones de dólares por año, las de arándanos se sitúan en unos 1.800 millones de dólares y siguen mostrando una tendencia al alza”.

Y si bien el sector bananero difícilmente podrá crecer en área y volúmenes en los años venideros, ni en facturación a causa de la rentabilidad relativamente baja, Diego Balarezo afirma: “En los 20 años de historia del banano Fairtrade en Perú, he notado más progreso en las condiciones de vida de los pequeños productores que en los 35 años de trayectoria del sello de comercio justo en el sector cafetero. No obstante, tenemos un gran problema y es que ya estamos en la segunda o tercera generación de productores que reparten el terreno de su propiedad entre los diferentes hijos que tengan”.

Los terrenos se fragmentan cada vez más
“Y es que esta generación es la herencia de la reforma agraria que hubo en el 1969, cuando el Gobierno dejó a cada familia un terreno de unas 3 hectáreas en promedio”, prosigue Walter Mauricio. “Ahora estamos en una hectárea en promedio, pero también hay muchos productores que poseen 0,25 hectáreas o incluso menos. Además, en estos momentos no hay señales de que algunos agricultores estén comprando terreno a otros productores, sino que el terreno se fragmenta cada vez más. Probablemente esto cambie en la próxima generación, cuando se haga insostenible este modelo de actividad empresarial para muchos pequeños productores”.

El cultivo de banano es más rentable que el de maíz o de arroz
Aun así, de acuerdo con Diego Balarezo, el cultivo de banano es el que más rentabilidad ofrece a los pequeños productores, mucha más que la producción de maíz o de arroz, otros dos cultivos de la zona de Piura. “De hecho, en los últimos veinte años, con la exportación de bananos orgánicos y Fairtrade, ha habido un cambio radical en la pobreza de esta región. Perú es el único país en el que los pequeños productores de banano, que de media disponen de una hectárea de cultivo, logran obtener un sueldo digno, pero esto sería imposible si el sector no estuviera organizado a través del modelo cooperativista y si el producto no fuera comercializado como orgánico y Fairtrade”.

La amenaza de la Raza 4 Tropical
Además de la fragmentación cada vez mayor de las parcelas de cultivo, surge otro problema, que, según Walter Mauricio, “si no le damos solución, hará que desaparezca la industria bananera. Hablo del hongo Fusarium R4T. Hasta el año pasado, apenas tuvimos problemas con este hongo, ya que no prospera en nuestro clima árido. Sin embargo, con la incidencia del fenómeno de El Niño y el paso del ciclón Yaku el año pasado, la dispersión del hongo fue mayor por el incremento enorme de la humedad relativa. Esperemos que el clima siga siendo árido en nuestra región en los años venideros, ya que parece que la única solución al R4T sería la introducción de una nueva variedad de banano resistente, como ya pasó en los años 50, cuando la variedad Gros Michel se vio afectada por la Raza 1 Tropical y fue sustituida por el actual banano Cavendish”.

La Junta Nacional del Banano se fundó en 2014 con el objetivo de agrupar a los pequeños productores, para los cuales quiere ser el interlocutor con otras asociaciones y con las entidades gubernamentales. “Muchos problemas que tenemos se relacionan con la incidencia política y para ello tenemos el gremio. Entre los logros se encuentra nuestra participación en la incidencia de la nueva Ley de Asociatividad, que nos da a los pequeños productores como resultado la exoneración del impuesto a la renta. Y cuando el año pasado hubo un paro nacional del sector de transportistas de carga pesada, llegamos a una negociación con los sindicatos de este sector para que nos dejaran exportar”, concluye Walter Mauricio.

 

Source: agraria.pe